Mujeres tecnólogas: Jude Milhon

 

A lo largo de 2018 os presentamos a cada una de las mujeres que forman Gradiant, entre las que se encuentran tecnólogas y mujeres que trabajan en tecnología. En este tiempo, hemos conocido mucho sobre las casi veinte entrevistadas: qué o quién les empujó a dedicarse a las disciplinas STEM y qué es lo que más les gusta de la labor que desempeñan cada día. Además, nuestras compañeras nos han dado a conocer los nombres propios femeninos que han hecho historia en el mundo de la tecnología y que puede que muchos de nosotros ni siquiera conociésemos.

Por ese motivo, 2019 será el año en el que descubramos a estas mujeres tecnólogas que han sido referentes de nuestras compañeras, con el fin de que ahora lo sean para las futuras generaciones. Aprovechando que el pasado 11 de febrero fue el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, arrancamos esta nueva sección del blog con nuestra primera tecnóloga célebre: Jude Milhon.

 

“Jude Milhon cerró muchas bocas demostrando que Internet no es una red masculina y defendió siempre la participación activa de las mujeres en la tecnología”

Así es como nos presentaba nuestra compañera Paula Taboada a Jude Milhon, programadora, escritora y una de las primeras hackers mujer de la historia, además de una firme defensora de los ciberderechos.

 

¿Quién fue Jude Milhon?

Cuando el mundo de la informática se consideraba un lugar sólo para hombres, Milhon -quien también era conocida por su nickname ‘St. Jude’ o ‘Santa Jude, protectora de los hackers’- aprendió a programar de manera autodidacta después de leer la guía Teach Yourself Fortran, en la que se daban una serie de instrucciones para aprender a usar este lenguaje de programación a través de las matemáticas.

 

Apuntes biográficos

Milhon nació el 12 de marzo de 1939 en Washington DC y murió el 19 de julio de 2003 en San Francisco, California. Vivió la mayor parte de su adolescencia en Anderson, Indiana, donde fue encarcelada en varias ocasiones por desobediencia civil, ya que desde muy joven fue defensora de los derechos civiles.

Su primer trabajo como programadora fue en una empresa de máquinas expendedoras para los establecimientos de autoservicios Horn and Hadart de Manhattan. Tras años en la gran ciudad, se estableció en California en pleno movimiento hippie y, bajo su influencia, se unió y animó a unirse a otras mujeres a la cultura cibernética que comenzaba a expandirse. A finales de los 90, trabajó como diseñadora web.

 

Legado en el sector tecnológico

Entre sus proezas se encuentra la lucha por la defensa de una red pública cuando Internet estaba todavía en manos de muy pocos -militares de Estados Unidos, y un reducido número de universidades e institutos de investigación-, lo que la llevó a crear el primer sistema público de red conocido como Proyecto de la Comunidad de memoria, en 1973. Otro de sus grandes hitos fue su implicación en defender el derecho de la mujer a acceder a la tecnología, el cual la llevó a escribir, en 1994, Hacking the Wetware: The Nerd Girls Pillow-book. “Las chicas necesitan módems” o “cuando estás en el ciberespacio nadie sabe cuál es tu sexo” son algunas de sus frases más célebres relacionadas con su lucha por la igualdad en el sector tecnológico, ya que equiparaba la necesidad de acceso a Internet de las mujeres al de la escolarización: “La Red es como la escuela a la que muchas de nosotras nunca hemos tenido la ocasiono de asistir”.

 

Curiosidades

Milhon acuñó el término cypherpunk y fue miembro fundadora de los ‘Cypherpunks’, asociación que agrupaba a los defensores de la privacidad digital. Fue miembro de la asociación Computer Professionals for Social Responsibility, y autora de varios libros, entre ellos The Cyberpunk Handbook (El Manual del Cyberpunk) y, junto a R. U. Sirius, How to Mutate and Take Over the World (Cómo mutar y dominar el mundo), con quien también fundó y editó la revista de cultura tecnológica Mondo 2000, en la que Milhon trabajó como redactora jefe hasta su muerte.