#SomosCompromiso: ODS 2030, reducir desigualdades en y entre los países

 

Como ya hemos tratado anteriormente en otros artículos dedicados sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de las Naciones Unidas, la tecnología es una herramienta clave a la hora de mejorar la vida de los más vulnerables. Hasta ahora, prestamos atención a las implicaciones económicas que supone un mayor o menor desarrollo tecnológico en la industria, en la salud o en la nutrición. Sin embargo, la enorme brecha digital que hay entre los ciudadanos de distintos países es un tema de suma importancia y al que no se le suele prestar toda la atención que merece.

En este sentido, es importante destacar que ya se están tomando medidas específicas para reducir esta desigualdad. Sin embargo, en Gradiant creemos que se trata de un problema que se resolverá de forma colateral, adaptando las tecnologías desarrolladas para todo tipo de sectores a las necesidades de cada país. Esto ya es visible en muchos países desarrollados donde en los últimos años se ha vivido una auténtica revolución en lo que a conectividad en las zonas rurales se refiere. Esta modernización del rural no se debe únicamente a un programa específicamente enfocado a estas zonas, sino que también bebió de las mejoras de otros sectores y los adaptó al medio rural.

En Gradiant contamos, por ejemplo, con CattleCare, un proyecto que tenía como objetivo modernizar las explotaciones ganaderas mediante el control de la actividad animal y los recursos alimenticios. Para ello se utilizó un sistema de inteligencia artificial adaptado a las necesidades de este proyecto.

Así, al igual que en los países más desarrollados, se está logrando reducir la brecha digital entre los habitantes de las grandes ciudades y los del rural. Este desarrollo también puede trasladarse a los países en vías de desarrollo, dando así un empujón a su economía y reduciendo las desigualdades.

 

Educación

En relación con la reducción de las desigualdades, lo cierto es que una de las grandes ventajas del llamado ‘primer mundo’ frente a los países en vías de desarrollo es la educación. En muchos lugares del mundo, ya sea por las características geográficas del territorio o por las limitaciones económicas, acceder a una educación de calidad es algo reservado para las familias más adineradas.

La tecnología y la mejora de la conectividad en todo el mundo conseguirán abaratar la educación, desarrollando herramientas que permitan una formación no presencial a través de dispositivos móviles conectados a la red.

Estos sistemas de formación online son cada vez más populares en el continente europeo y han demostrado ser de gran utilidad para aquellas personas que no pueden desplazarse físicamente hasta un centro escolar o incluso universitario.

Estamos seguros de que las TIC ayudarán a muchas personas a mejorar su calidad de vida, sobre todo a los más necesitados. Por último, es imprescindible conseguir los apoyos necesarios para adaptar las tecnologías que ya estamos utilizando en otros sectores a las necesidades de los más vulnerables y dar más importancia y visibilidad a otros factores como la brecha digital.