Desarrollo del “Smart Rural” para evitar la despoblación

Anabel Pascual  |  EfeAgro

La despoblación del mundo rural, así como los problemas del relevo generacional en el campo, podrían mitigarse si las barreras a la conectividad y al desarrollo de infraestructuras y de servicios digitales se solventan desde las distintas administraciones.

 

El director del grupo de trabajo “Agricultura inteligente y seguridad alimentaria” de la Alianza Europea por la Innovación en Internet de las Cosas (Aioti), Luis Pérez Freire, ha explicado a Efeagro que el término “Smart Rural” se empieza a escuchar cada vez con más fuerza y a tener muy en cuenta desde el ámbito comunitario.

Mejorar la conectividad y dotar de las necesarias infraestructuras digitales el mundo rural son algunos de los retos que las distintas administraciones tienen sobre la mesa, según Freire, también director general de Gradiant, el Centro Tecnológico de Telecomunicaciones de Galicia.

Smart Rural para fijar la población

Todavía hay regiones “donde falta infraestructura digital, no tanto el Internet básico, sino más bien la banda ancha”; gracias a la telefonía móvil y la conexión 4G “se llega bastante bien a muchas zonas, pero aún hay zonas en blanco” (áreas con serias dificultades para el acceso a Internet), ha recordado.

A su juicio, es básico solventar estos problemas de conexión para poder desarrollar y lograr un medio rural prósperoy pujante económicamente, gracias a la digitalización de la agricultura que permite explotaciones más rentables y medioambientalmente más sostenibles.

Ha insistido en que, además del desarrollo de las ciudades inteligentes que aplican las tecnologías de la información y comunicación (TIC) -llamadas “Smart City”-, se debe tener presente el “Smart Rural” para “evitar la despoblación rural”.

Para el experto, la aplicación de la tecnología en los sectores productivos también abre nuevas oportunidades en el campo, de las que se benefician el conjunto de la economía rural y su población.

La tecnología: nuevas oportunidades para la economía rural

El internet de las cosas (IdC) o el análisis de macrodatos (“big data”), es decir, la aplicación de las innovaciones tecnológicas permiten en su opinión resolver problemas, anticiparse, y hacer una agricultura más competitiva.

Ha apuntado que la conocida como agricultura 4.0 se convierte así en un estímulo para la economía rural, con una agricultura y una ganadería más sostenibles desde los puntos de vista “medioambiental, económico” y social de las “personas en el campo”.

De hecho, “redundará en mejores condiciones de desarrollo rural, porque las nuevas generaciones verán el agroganadero como un sector interesante al que dedicarse, con oportunidades de futuro”.

Innovación, relevo generacional, vida en el mundo rural

El reemplazo generacional puede ser una oportunidad para el campo, ya que la juventud, hoy en día con una formación técnica avanzada, universitaria, está al tanto de los avances tecnológicos y dispuesta a adoptar las innovaciones en las explotaciones familiares, ha asegurado.

Aunque en el campo ha habido una innovación constante, Pérez Freire ha incidido en que “ahora es el momento de la irrupción de las tecnologías digitales” que están permeando a todos los sectores productivos, también al agroganadero, que experimentará “grandes cambios en los próximos años” que redundarán en un mundo rural más próspero.

 

 

 

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