Mujeres tecnólogas: Kimberly Bryant

 

Según un estudio del National Center for Science and Engineering Statistics, es menos frecuente que las mujeres escojan carreras de informática e ingeniería, a pesar de que actualmente las mujeres obtienen la mitad de los títulos universitarios y de doctorado. Por otra parte, las mujeres científicas e ingenieras todavía reciben salarios más bajos que sus homólogos masculinos en la mayoría de los grupos profesionales. Si nos fijamos en las mujeres subrepresentadas, a pesar de que en los últimos años ocupan más puestos académicos, su proporción sigue siendo pequeña e inferior en referencia al total de la población.

Por ello, en la sección de Mujeres Tecnólogas de este mes queremos destacar la historia de Kimberly Bryant, una ingeniera y biotecnóloga afroamericana que fundó una organización sin fines de lucro para educar y empoderar a niñas negras en el mundo de la tecnología y la programación.

¿Quién es Kimberly Bryant?

Kimberly Bryant es una ingeniera eléctrica afroamericana conocida por ser la fundadora de Black Girls Code, una organización sin ánimo de lucro para enseñar conceptos básicos en el campo de la programación e informática a niñas negras que están subrepresentadas en carreras tecnológicas con el fin de empoderar y aumentar las oportunidades para mujeres y niñas dentro de la industria tecnológica, un sector dominado por los hombres.

Apuntes biográficos

Kimberly Bryant nació en Memphis, Tennessee, el 14 de febrero de 1967. Su pasión por las matemáticas y las ciencias la llevó a estudiar Ingeniería eléctrica en la Universidad de Vanderbilt, especializándose en Ciencias de la Computación y en la electrónica de alto voltaje. Tras su graduación comenzó a trabajar en Westinghouse Electric y DuPont y más tarde trabajaría en empresas eléctricas, de biotecnología y farmacéuticas como Pfizer o Novartis.

Debido al interés de su hija Kai en aprender programación y ante la falta de cursos disponibles en San Francisco, en los que la mayoría de los asistentes eran hombres. Además, el número de mujeres licenciadas en ingeniería es menor que hace treinta años y solo un 3% de ellas son mujeres de color. Por ello, decidió fundar Black Girls Code. Su experiencia tanto en la universidad como en entornos corporativos le sirvió para darse cuenta de que las mujeres afroamericanas no solían optar por estas salidas profesionales, por lo que la creación de esta organización serviría para ayudar a que otras niñas como su hija tuvieran una mejor experiencia que ella.

Black Girls Code enseña programación a niñas, sobre todo pertenecientes a minorías, para que estas puedan acceder a carreras STEM y así aumentar la concienciación y visibilidad de este campo. El objetivo a largo plazo de esta iniciativa es enseñar a codificar a 1 millón de niñas negras en 2040 para fomentar la diversidad y acabar con las desigualdades históricas que se basan en la raza y el género en este campo de estudio.

Legado en el sector tecnológico

Bryant decidió emprender una iniciativa para acabar con la brecha social y de género con la creación de Black Girls Code, una organización sin ánimo de lucro situada en San Francisco que pretende introducir en el mundo de las tecnologías a niñas negras de entre 6 a 17 años mediante clases extraescolares y campamentos de verano para poder integrar a las nuevas generaciones en el ámbito de la tecnología. De este modo, la organización enseña programación informática, ingeniería eléctrica, desarrollo de aplicaciones móviles, robótica y otros campos STEM y tecnologías emergentes.

Fundada en 2011, un año después se expandiría a 10 ciudades de Estados Unidos y más tarde a Johannesburgo, Sudáfrica. Desde sus inicios ha llegado a unas 3000 estudiantes y espera asentarse en más ciudades americanas. Asimismo, la organización espera que sus estudiantes ocupen algunos de los 1,4 millones de puestos de trabajo en el sector en Estados Unidos en los próximos años.

Curiosidades

Hasta la fecha, Bryant ha conseguido numerosos reconocimientos por su labor. En el 2013 fue reconocida como Campeona del Cambio para la Inclusión Tecnológica de la Casa Blanca y en ese mismo año fue incluida como una de las 25 afroamericanas más influyentes de la tecnología por la revista especializada Business Insider.

La ingeniera entró en el Salón de la Fama de Mujeres en Tecnología en 2016 y la organización fundada por Bryant fue elegida en 2012 como “la organización sin ánimo de lucro más innovadora” de ese año por Bank of the West. En 2019 recibió el premio SXSW Interactive Festival.