Mujeres tecnólogas: Radia Perlman

Iniciamos el mes que nos adentra en el otoño contándoos la historia de Radia Perlman, considerada madre de internet, aunque no le gusta que la definan como tal:

“Nunca es una sola persona la que diseña cosas tan grandes, en este caso internet. Hay toda una serie de pedazos y yo quizás sí fui fundamental en la creación de algunos de esos pedazos, pero hay tantos otros”.

¿Quién fue Radia Perlman?

Conocida como la madre de Internet, algunos la describen como pionera en la enseñanza de programación a niños pequeños y, por si fuera poco, es creadora de software e ingeniera de redes.

Esta estadounidense trabaja desde hace más de 6 años para Dell EMC; aunque dedicó una importante parte de su vida a su trabajo en Intel, donde logró alcanzar la cifra de más de 47 patentes en materia de cifrado, descifrado y enrutamiento.

Apuntes biográficos

Radia Perlman nace en 1951 en Portsmouth (Virginia), aunque por el trabajo de su madre como programadora, pasó su infancia en las proximidades de Ausbury Park, donde pronto se sintió fascinada por las matemáticas y las ciencias que le enseñaban en la escuela. Fue siempre una niña de sobresaliente.

Al finalizar la educación secundaria, en la década de los 60, continuó sus estudios en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), y fue allí donde obtuvo su primer trabajo remunerado como programadora a tiempo parcial desarrollando software de sistemas de programación como los depuradores.

En 1973 se gradúa en matemáticas y, tres años después, finaliza su máster (también en matemáticas) e inicia su carrera en el mundo laboral en el grupo Bolt Beranek and Newman. Continúa trabajando y estudiando y, en 1988, se doctora en Ciencias Informáticas -de nuevo en el MIT-. Su tesis doctoral trataba el tema del enrutamiento en entornos con fallos de red maliciosos y hoy en día es utilizada como base para casi todos los trabajos centrados en la temática.

Perlman ha sido nombrada una de las 20 personas más influyentes durante el aniversario de la Data Communications Magazine, lo que supuso su primer gran reconocimiento como profesional del ámbito TIC. Desde ese momento y hasta la actualidad, este reconocimiento ha aumentado dentro de la comunidad tecnológica, y se ha materializado en numerosos premios. 

Legado en el sector tecnológico

La calidad del legado tecnológico que Perlman está construyendo es inestimable. Esta tecnóloga, que en la actualidad continúa trabajando en el sector TIC, ha dedicado toda su vida a la innovación. El momento más culminante de su carrera se le atribuye a la creación del protocolo Spanning Tree, que fue fundamental para permitir la redundancia de caminos en redes de área local (LAN), pero la realidad es que ha contribuido al ámbito tecnológico con muchas más innovaciones.

Ha emitido más de 100 patentes, ha escrito un libro de texto, ha formado parte de Sun Microsystems como programadora de redes, ha trabajado como profesora en las Universidades de Washington y Harvard, y también en el MIT; y ha participado como ponente principal en multitud de eventos alrededor del mundo.

Curiosidades

En la década de los 60, cuando Radia Perlman ingresa en el MIT, eran solo medio centenar de mujeres de un total de mil matriculados las que cursaban sus estudios en esta universidad. Por aquel entonces, el MIT tenía únicamente un dormitorio para mujeres pero, al poco tiempo, las residencias de hombres se convirtieron en residencias mixtas; y la tecnóloga no dudó en mudarse y pasar a formar parte de ellas como mujer residente.

La matemática confesó en una ocasión que solo fue consciente del desajuste existente entre el número de estudiantes hombres y mujeres cuando reparó en un grupo de mujeres rodeadas de una multitud de hombres. Perlman  considera que mejorar la desigualdad de género en la industria en la que trabaja es una necesidad, y que, en la mayoría de las ocasiones, las mujeres del sector abandonan la carrera técnica para dedicarse a la gerencia por inseguridades.

Por otra parte, en la actualidad y paradójicamente, es una informática que desconfía de ordenadores y redes sociales, que evita el uso de los smartphones y que, además de su faceta como matemática, ha llegado incluso a escribir un poema, su tan conocido “algorrima”.