Mujeres tecnólogas: María Wonenburger

 

En el Día das Letras Galegas os traemos otra historia de una mujer dedicada a la tecnología. En este caso de la tecnóloga gallega que tuvo que enfrentarse a su padre y a su época para estudiar y dedicarse a su gran pasión por las matemáticas. María Wonenburger definía su vida con sólo cinco palabras: “Tengo tendencia a ser feliz”

 

Quién fue

Primera mujer española en recibir una beca Fullright y única profesora de matemáticas mujer en la Universidad de Toronto –donde además dirigió a su primer estudiante de doctorado-, María Wonenburger fue especialista en la teoría de grupos y en grupos de semejanzas en el álgebra de Clifford. Aun así, no fue por esto por lo que más destacó esta tecnóloga, sino que su gran reconocimiento se debe a sus estudios en álgebras de Lie.

 

Apuntes biográficos

María Wonenburger nace en la localidad gallega de Montrove en julio de 1927 y, a los 18 años y en contra de la voluntad de su padre -interesado en que la joven estudiase una ingeniería para mantener el negocio familiar-, decide trasladarse a Madrid para estudiar matemáticas, una carrera considerada de hombres en aquel entonces.

La gallega destacó allí por sus estudios, dónde consiguió una beca Fullbright para desarrollar su doctorado en Álgebra en Estados Unidos. Con la intención de acabarlo y empezar a trabajar, la joven regresa a España, desencadenándose a su vuelta una serie de problemas con el reconocimiento de su doctorado que la llevaron a iniciar otro –en esta ocasión becado por el Instituto Matemático Jorge Juan del CSIC– pero que finalmente tampoco fue validado.

Todo esto obligó a la tecnóloga a emigrar primero a Canadá y, poco más tarde a Estados Unidos hasta que, en 1983, regresa a España para cuidar a su madre enferma.

Desde ese momento y, hasta el 2006, Wonenburger y sus avances se mantuvieron en la sobra en la península Ibérica, iniciándose ese año un final feliz que se caracterizó por el tardío reconocimiento de sus logros.

 

Legado en el sector tecnológico

Los estudios que María Wonenbuger llevó a cabo dejaron un importante legado en el sector tecnológico, especialmente en lo que a la teoría de grupos y de álgebras se refiere.

Entre sus investigaciones, la gallega estudió el grupo ortogonal y el proyectivo así como los automorfismos de los grupos de semejanzas –para los que se inspiró en los trabajos que anteriormente realizara Jean Dieudonné-.

Sus desarrollos en las álgebras de Lie, estructura algebraica definida sobre un espacio vectorial, constituyen su aportación con mayor reconocimiento. Además, dirigió ocho tesis doctorales, siendo la de Robert Moody en la universidad de Toronto la primera y con la que obtuvo grandes resultados sobre esta estructura algebraica.

 

Curiosidades

La matemática gozó en vida de un gran reconocimiento a nivel internacional. Sin embargo, en su país natal no se conocieron sus logros hasta que esta cumplió los 79 años.

Se dio a conocer gracias María José Souto y Ana Dorotea Tarrío, dos catedráticas de la Universidad de A Coruña que conocieron por casualidad su historia y decidieron contactar con ella para estudiarla y darla a conocer a la comunidad matemática española.

Así, tras múltiples reuniones con Wonenburger, consiguieron publicar un artículo sobre la misma en el año 2006. Desde ese momento, la tecnóloga consiguió importantes reconocimientos tales como la creación por parte de la Xunta de Galicia del Premio María Josefa Wonenburger Planells –que da visibilidad a las mujeres gallegas que trabajan en la ciencia y en la tecnología-, la investidura en 2010 como doctora honoris causa por la Universidad de A Coruña, el nombramiento como socia de honor por la RSME e incluso la inauguración de una calle con su propio nombre en su provincia natal.